jueves, 2 de junio de 2011

El Bicentenario 1811-2011 en El Salvador

El Bicentenario 1811- 2011 en El Salvador


El 5 de noviembre de 2011, El Salvador conmemora 200 años del Primer grito de Independencia, el inicio de una búsqueda de nuevos rumbos del desarrollo, de la justicia social y de la construcción de una nación incluyente, solidaria y participativa. Es una ocasión para que todos los salvadoreños recordemos la historia con respeto y profundidad; para que reflexionemos y evaluemos con espíritu crítico constructivo lo bueno que hemos alcanzado y lo que debemos cambiar o mejorar; y para mirar y trazar rutas de futuro con optimismo y esperanza.

En 1811, en todo el territorio de la Intendencia de San Salvador del Reino de Guatemala tuvieron lugar intensas movilizaciones populares de rebeldía en contra de las autoridades peninsulares. El Primer Grito fue un proceso plural, participativo, con una diversidad de autores que dejaron sentir su capacidad de acción y presión para realizar los cambios políticos sociales, fiscales e internacionales necesarios para un nuevo desarrollo en aquella época.

En San Salvador, capital de la Intendencia, el movimiento fue dirigido por un grupo de criollos, liderados por figuras como José Matías Delgado, Bernardo y Manuel José Arce, Mariano Fagoaga, que lograron encausar en formas moderadas el levantamiento de barrios y municipios cercanos. En numerosos municipios, como Metapán, Santiago Nonualco, Usulután, Zacatecoluca, Santa Ana, San Vicente y San Miguel, el liderazgo de mestizos, ladinos e indígenas fue muy notorio (como “temibles” e “insolentes” los nominó la autoridad en retirada) y hubo fuertes contingentes milicianos y civiles amotinados, aunque, al igual que en la capital, no tuvieron impacto militar más allá de lo local. En todos los casos, no obstante, los rebeldes depusieron a las autoridades españolas y nombraron nuevos gobiernos; hicieron huir a los funcionarios civiles y militares y suprimieron tributos, impuestos, estancos y alcabalas, monopolios e impuestos, todos ellos gravosos para la economía doméstica. Proyectaron montepíos para facilitar la producción añilera y proponían una institucionalidad autónoma, como curatos y ayuntamientos, que los reforzaran en sus acciones.

Este Primer Grito no logró el éxito completo. Tras las conmociones provincianas del 5 de noviembre de 1811, las autoridades retomaron el control, aunque los alzados lograron mantener muchas de sus propuestas y continuaron impulsando un movimiento que una década después lograría completar el proceso de independencia.

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